Miguel López Estebaranz, Secretario General de la Plataforma Tecnológica española del Agua, asegura que el agua no es sólo vida, sino también economía. Cree además que tiene ese componente de inversión, “de oro azul”. A su juicio cree que somos eficientes, si lo entendemos como la capacidad para suministrar agua suficiente y de calidad, pero “estamos ante un problema de oferta y demanda”. Hay mucho que mejorar advierte López: “Hay que disminuir la demanda con tecnología inteligente y eficiente para que aumente la productividad del agua”. Se muestra convencido de que hay que aumentar la oferta de recursos evitando, entre otras cosas, pérdidas en las redes de suministro, “pero sobre todo apostando por nuevas fuentes de agua como las fluviales, residuales regeneradas o desaladas”. En este sentido Sixto Malato, director de la Plataforma Solar de Almería (PSA-CIEMAT), cree que todos los expertos coinciden en que es necesario invertir en nuevas fuentes de agua porque tenemos un defecto hídrico en el mediterráneo (la zona más poblada y necesitada de una mejora).” Hay que apostar por la reutilización y la desalación”, solicita. A su juicio el mejor ahorro es la eficiencia, mientras que López destaca que debemos plantearnos una cuestión básica: “¿Cuál es el máximo ahorro razonable al que podemos aspirar?”
El sudeste español es una zona ejemplar en el uso del agua por necesidad y según el secretario general de la Plataformoa Tecnológica española del Agua, nos queda mucho por avanzar: “En términos globales, por habitante y año estamos en un uso de recursos hídricos renovables de 1512 metros cúbicos. Una cantidad elevada, si nos comparamos con otros países ejemplares como Corea del Sur, que consume 500 metros cubicos, así como Israel o Singapur”
"El tema del agua en nuestro país no puede ser una polémica, se debe buscar consenso y eficiencia y debe haber conciencia ciudadana", resume López.
Malato insiste en que el agua y la energía están íntimamente relacionadas, una relación que se estrechará con el paso de los años. “La eficiencia energética en todos los niveles está integrada en la sociedad y es necesario que se integre también en el sector del agua”, advierte. Además Malato se plantea cuál sería la mejor manera para conseguir esa concienciación: "no sabemos si sería mejor empezar por la formación o por subir las tasas de agua para conseguir la concienciación". Muchas veces la subida del agua es un mecanismmo para el ahorro, pero Malato destaca la importancia de buscar otras alternativas.
El encuentro europeo que ha tenido lugar en Navarra hasta el pasado 29 de noviembre apuesta por la innovación en el uso del agua en la gestión urbana, rural e industrial, a través de la colaboración entre organismos y entidades públicos y privados, ha llegado a la conclusión de las necesidades en la gestión de la demanda del agua, según Javier Asil,director gerente de Recursos Ambientales de Navarra. Se pone sobre la mesa la necesidad de ofrecer agua segura y accesible a todos, garantizando siempre las necesidades ecológicas de los ríos. “Se trata de ser eficiente también en la energía y la agricultura”, advierte Asil, a la vez que pone de manifiesto la premura con la que se deben mejorar “el estado ecológico de las cuencas hidrográficas”.
Los expertos coinciden en que la agricultura junto al turismo conforman dos de los pilares básicos de la economía española. Unas actividades que dependen directamente del agua. Según los estudios se estima que podríamos ahorrar en la agricultura un 30-40% con la eficiencia en el agua.
A día de hoy el agua brota como la mayor controversia geopolítica del siglo XXI.Lo demuestra la instalación de bases militares cerca de los más grandes yacimientos acuíferos, lo que comporta una señal de alarma.
A pesar de que dos tercios de la superficie del planeta están cubiertos de agua está desigualmente distribuida. Un hecho que podría traer serios problemas: "Las guerras del siglo XXI serán por el agua" advertía Ismael Serageldin, ex presidente del Banco Mundial y ex directivo de la Sociedad Mundial del Agua.
