ASEFIGET: “Hay que dar la vuelta al país, no inventar listas de morosos”

Juan José de los Mozos, presidente de ASEFIGET (Asociación española de Asesores Fiscales y Gestores Tributarios), ha criticado que la lista de morosos y defraudadores propuesta por el Ministerio de Hacienda es “un tema estético para desviar la atención del tema”. Y aunque considera que sí que hay que tratarles como verdaderos ladrones, cree que lo que realmente habría que hacer es “dar la vuelta al país”.En este sentido, apuestan por “mirar la situación desde todas las alternativas, y no desde la idea de que hay que recaudar a cualquier coste”.

Entre las primeras medidas a tomar, de los Mozos señala la necesidad de reducir el gasto del estado: “tenemos el doble de políticos que en Alemania y casi la mitad de la población. Además, sólo tenemos 13 millones de cotizantes reales, porque el sistema funcionariado no lo son”, ha explicado. Además, apuesta por empezar a plantearse por qué las personas que pagan impuestos no obtienen un retorno. “Hay una serie de personas que están pagando todo a los demás: casi toda la clase media están pagando por unos servicios vía impuestos que al final tiene que volver a pagar, como en la sanidad”, apunta de los Mozos.

Huída de empresas

De cara a las empresas, el presidente de ASEFIGET, ha señalado la necesidad de no mezclar conceptos como defraudadores, evasores o economía de escala. “Con la amnistía fiscal y la subida de impuestos, hemos echado de España el posible foco de negocio”, señala de los Mozos tras reconocer que es normal que las empresas se hayan trasladado a otros lugares como Miami, donde son mejor tratados. Por ello, ha apuntado que el auténtico debate es si somos un estado en el que merece la pena invertir. Una cuestión ante la que tiene una idea clara: En España, y en Europa en general, tenemos una fiscalidad dirigida al absurdo. Y es que se fija pensando en la gran empresas, que representa un porcentaje muy bajo de nuestro tejido empresarial”.

Finalmente, este experto ha animado tambièn a plantearse si hay ética en el Gobierno y en el sistema político en general. “Alguien que no tiene esa ética, no puede opinar sobre la ética de otros”, señala al respecto.