Se buscará la mayor rentabilidad posible y por ello, se dará la opción de alquilar distintas propiedades para evitar malvenderlas en el corto plazo a pesar de estar diseñado, el banco malo, para vender activos a grandes inversores.

Además, en este plan de negocio, se explica la necesidad, en algunos casos, de reformar viviendas e incluso acabar de construirlas, es decir, promover la finalización de promociones que todavía estén en curso mediante acuerdos con las constructoras.

El organismo calcula 900 euros por metro cuadrado en caso de reformas, mientras que  si los gestores de la sociedad optaran por demoler los edificios en obras, segunda opción, el coste sería algo menor: en torno a los 12 euros por metro cúbico.

Así, la sociedad, cuyo comienzo de la actividad es inminente, deja patente su “gran flexibilidad” y la previsión de generar 1.412 millones de euros hasta el fin de su actividad en el año 2027.