Para Leopoldo Pons Albentosa, presidente del Consejo General de Colegios de Economistas de la Comunidad Valenciana, la subasta de liquidez para entidades financieras realizado a lo largo del día de hoy supone “atacar el verdadero problema del sistema bancario español”. Un problema que, a su juicio, tiene nombres y apellidos: “la referencia necesaria a resolver actualmente es Bankia, que está casi en los 300.000 millones de euros en activos y pasivos”.
Además, Pons se ha mostrado convencido de que esta subasta servirá para aclarar la posición de las adquisiciones de deuda pública. Y es que, según ha explicado, con el hecho de quelas familias no llegan al 2% como tenedores de deuda pública, y con los fondos públicos retrayéndose hasta ahora, la deuda acaba en los bancos. “Si los bancos no tienen un balance perfectamente claro, la deuda pública española volverá a vivir situaciones de dificultad”, augura este experto.
Pero los bancos no son el único problema que ve el presidente del Consejo General de Colegios de Economistas de la Comunidad Valenciana. A su juicio, las Comunidades Autónomas son otro de ellos, concretamente el gasto recurrente en sanidad que, explica, representa entre el 30% y el 40% de su presupuesto. “Mientras no se construya un modelo sanitario viable, será muy difícil salvar las cuentas de las comunidades”. Eso sí, en este punto señala a comunidades dónde es más fácil este objetivo gracias a su régimen fiscal privilegiado, como Navarra o País Vasco. “Aunque nos gustaría tener a todos este régimen, éste sólo es posible si lo tienen una o dos comunidades. Si lo tuviéramos todos, no sería posible”.
Intervención del BCE
Ante toda esta situación, Pons defiende que el Banco Central Europeo tome medidas en lo que a políticas económicas de la zona euro se refiere. Pero no es su única apuesta: “Ya que la reflotación de los bancos lo vamos a pagar todos los españoles, lo que tenemos que hacer es aprovechar el parque de viviendas y construir una zona, no geográfica, de viviendas de alquiler para determinados colectivos”.
Y es que, según dice, aunque no va a desaparecer la clase media, sí que “corremos el riesgo de engetizar grandes bolsas de personas que se van a situar en zonas de exclusión, de las que no van a poder salir nunca”. Además, cree que esto es determinante para crear una sociedad más injusta, menos solidaria y más insegura.