¿En qué han cambiado los bancos entre 2011 y 2012?

1. Menos oficinas bancarias (y menos bancos). Entre SIPs, fusiones e integraciones, un buen número de oficinas bancarias han cerrado para siempre. Es muy posible que en septiembre, a la vuelta de vacaciones, tengamos que andar algo más hasta el cajero más próximo.

2. Menos solvencia. Las agencias de calificación no han dejado de bajarnos la nota en las últimas semanas.

3. Los anuncios hablan de “altísima rentabilidad” o “interés bajo” pero sin dar cifras. Ya hace más de un año que es necesario entrar en una oficina a preguntar para conseguir información concreta.

4. Más comisiones y más caras. Existen dos causas. La primera, que con las nuevas previsiones requeridas por Europa, los bancos van a necesitar conseguir liquidez de alguna parte. La segunda, que desde abril el Banco de España ya no obliga a los bancos a tener un libro de tarifas y comisiones máximas, es decir, que pueden cobrar las comisiones que quieran porque ninguna ley les para los pies. [Ver 5 claves para protegerse]

5. Menos hipotecas y créditos, y más caros. Lo de conseguir un crédito o hipoteca se está convirtiendo en una odisea o, cuanto menos, un peregrinaje. Todo es más caro que en 2011: intereses, comisiones, vinculación… Y a estas alturas ya hemos entendido que la “inyección” europea no ha mejorado la disponibilidad del crédito.

6. Depósitos menos rentables. Desde la aprobación de la Ley Salgado hace justo 1 año los bancos han reducido la rentabilidad de sus depósitos a plazo fijo. Si en 2011 llegamos a ver intereses que rozaban el 5%, hoy un 4% sin vinculación es cosa de unos pocos bancos, en general extranjeros o insolventes. [Ver mejores depósitos julio 2012]

7. Más colocación de deuda: pagarés, bonos, fondos, accionesSi algo hemos aprendido este año con las participaciones preferentes y los ‘Bankeros’ es que las entidades han vendido productos de inversión complejos a quienes no los entendían. A pesar de que ya pasó la fiebre colocadora de preferentes (¡ojo!, no por arrepentimiento sino porque no les contaba como Core Capital), en la actualidad aún existe una práctica muy habitual: vender pagarés como si fueran depósitos, sin advertir de su mayor riesgo y menor solvencia

8. En el lado positivo, podríamos hablar del Código de Buenas Prácticas Bancarias que obliga a las entidades a dar más información anticipada de los productos a los clientes y también a conceder la dación en pago a las personas en el umbral de pobreza.