En principio,el presidente de la isla, Nikos Anastasiadis, detallará los plazos en los que pretende ponerlas en marcha. Unas medidas que van a pasar por potenciar el clima inversor, proteger a los trabajadores, abaratar la luz y el alquiler, explotar gas y autorizar la entrada de casinos en el país.
Un conjunto de normativas que no son las más habituales en el seno europeo, y es que el propio Anastasiadis dice que no es partidario de salir de la crisis por la vía del recorte salarial y el despido del personal público. Más bien, dice, de lo que se trata es de atraer capital extranjero y fomentar la reinversión de los beneficios empresariales.
Además, durante la jornada de ayer, el Parlamento chipriota aprobaba precisamente ayer una serie de leyes que van a suponer aumentos impositivos, tal y como exigía la troika a cambio de ese rescate. Así, el impuesto de sociedades sube del 10% al 12,5%, mientras que el gravamen de los intereses de los depósitos pasa del 15% al 30%. También se incrementa el impuesto especial sobre operaciones financieras, pasando del 0,11% al 0,15%.
