“Deberíamos centrarnos en el gasto prescindible y no en recortar allí dónde sea más fácil”

 

Las predicciones económicas siempre tienen un margen de incertidumbre y necesitan un intervalo de confianza. Bajo esta premisa el Instituto Flores de Lemus, de la Universidad Carlos III de Madrid, avanza que la economía española se contraerá un 01,% en 2012, con un margen que abarcaría desde el 1,1% hasta una caída del -1,3%. A pesar de no descartar una revisión a la baja en las próximas semanas, sus previsiones “seguirán estando distantes de las del Banco de España y el Fondo Monetario Internacional.

En cuanto a las medidas de restricción  que baraja Bruselas y las emprendidas  por el Gobierno de España, Antonio Espasa cree que “indudablemente van a tener un efecto directo e inmediatamente negativo en nuestra Economía” que se podría paliar, en gran medida, “acompañando estos ajustes con iniciativas de facilidad de crédito como empuje al incremento de nuevos planes de producción”.

Al mismo tiempo, añade Espasa, el anuncio e implementación de este tipo de ajustes “va a generar un cambio de expectativas que paliarán los efectos negativos”.

Mejor recortar bien que subir los impuestos

Al juicio del Director del Boletín de Inflación y Análisis Macroeconómico del Instituto Flores de Lemús, lo primero que habría que hacer es  consolidar los presupuestos, primando las medidas de recorte de gasto antes que otras como las de elevar los impuestos como el IVA.  

“El problema con la reducción del gasto –continúa Espasa- es que deberían orientarse a reducir el gasto prescindible y disminuir así el impacto económico”, algo complicado ya que para conseguirlo habría que iniciarse una Reforma Administrativa. Difícil, explica Espasa, porque requeriría del consenso de los grupos políticos al tratarse de una cuestión de consenso.

Este es el punto clave para este experto que afirma que “lo mejor que le podría ocurrir a la economía española es que se le explicase a la ciudadanía,  con detalle, las implicaciones de la crisis. Que fuéramos conscientes y estuviéramos dispuestos a realizar un Pacto de Estado que nos llevase a definir, adecuadamente las medidas restrictivas, centrándonos en los gastos prescindibles y no en recortar allí donde sea más fácil”