Durante el debate se han perfilado dos bandos contrapuestos. Por un lado, el de los autodenominados “amigos del mejor gasto”, grupo en el que se incluyen países como Reino Unido, Finalndia, Alemania o Italia, apoyados por la presidencia chipriota. Éstos han defendido que el gasto debe ajustarse a la baja y han manifestado que una congelación del presupuesto es ya "una oferta generosa". Algunos países, como Dinamarca o Suecia, han reclamado expresamente que se supriman las ayudas a las regiones en transición, lo que afectaría a Galicia, Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia.

En el extremo opuesto se han posicionado los llamados “amigos de la cohesión”, que han reclamado que no disminuyan las ayudas a las regiones. En este grupo está España, que ha defendido que recortar el presupuesto de la UE contradice la agenda de crecimiento que aprobaron en junio los líderes europeos.

El bloqueo dificulta que se logre un acuerdo antes de la cumbre extraordinaria de líderes europeos convocada para los días 22 y 23 de noviembre. De momento, la presidencia chipriota ha avanzado que presentará una nueva propuesta, ya con cifras, después del Consejo europeo de octubre. En la primera semana de noviembre dará el relevo a su presidente, Herman Van Rompuy, para que negocie bilateralmente con los países de cara a la propuesta final que se debatirá en la cumbre noviembre.