“Muchas veces el peor enemigo del inversor es el propio inversor”

Se suele decir que los mercados bursátiles están dominados por la irracionalidad. El escenario actual de crisis financiera en Europa no hace más que confirmar esta teoría a quienes la manejan. Miguel Ángel Bernal subraya que “los mercados están dominados por las personas, pero éstas no siempre actúan de manera racional”. Lo cierto es que predecir los movimientos de mercado no es nunca una tarea fácil. En esa búsqueda de las mejores opciones para posicionar unos ahorros es de una vital importancia tener, además del conocimiento del mercado, una preparación psicológica fuerte que permita al inversor controlar sus impulsos y no dejarse llevar demasiado por los rumores.

Es por esto que el profesor del IEB considera que más que el mercado y sus continuos vaivenes, el mayor enemigo del inversor puede estar en él mismo, en su interior. “Hay veces que el inversor toma posiciones basándose simplemente en rumores o corazonadas, y no en un criterio racional de análisis de empresas y tendencias, sea fundamental o técnico”, explica.

En estas situaciones, son numerosos los elementos psicológicos que entran en juego. “Muchas veces, al invertir, se producen excesos de avaricia por querer ganar más, de confianza en las posibilidades de uno mismo, de miedo a sufrir pérdidas o incluso de orgullo”, comenta Bernal. Todas ellas son condiciones innatas del ser humano y que la inversión bursátil pone claramente de manifiesto, en algunos casos con más notoriedad que en otros, siempre dependiendo de la propia psicología del inversor.