Ambos países han alcanzado un aumento de 7'3 puntos, que sitúa sus tasas de desempleo de larga duración en el 9 y el 8'6%, respectivamente, desde el 1'7 que, por ejemplo, en el año 2007 marcaba este dato en nuestro país.

Con lo que tanto Irlanda como España siguen sumando malas sensaciones respecto a sus cifras de paro en el futuro. Los dos registros muestran cifras que se sitúan muy lejos de la media de los 27 países de la Unión, que en el año anterior apenas marcó los cuatro puntos porcentuales. Eso sí, un punto por encima de la cifra de hace cuatro años.

España, además, es el segundo país con más parados de larga duración, sólo por detrás de Eslovaquia, cuya tasa es dos décimas superior.

Por encima de la media Europea encontramos también a Grecia, Portugal e Italia, además de otros países como Letonia y Lituania, con cifras superiores al ocho por ciento. Mientras que el resto de países bordea el porcentaje comunitario, siendo las tasas más bajas las marcadas por Suecia y Luxemburgo.