Eulen aboga por el indefinido como único sistema de contratación

 

 Sin embargo, también ha reconocido que aunque “hay casos dramáticos, también hay sitios donde se hacen bien las cosas”. En el caso de Eulen, que tiene un 30% de exposición a la administración (dato bajo según su opinión) dice que prefieren trabajar con la administración central antes que con la local, ya que el riesgo de impago es menor.

En cuanto al futuro de la compañía, Juan Jordano ha recordado que Eulen cumple 50 años el año que viene. Un tiempo que es su opinión ha servido para conseguir “una gran consolidación financiera”. Según los datos que maneja, “en los cinco años que llevamos de crisis, la empresa ha crecido un 25% en España y un 104% en el exterior”. También ha recordado que el grupo “se encuentra presente en 9 países y tiene contratos comerciales con otros dos”. Esto hace que la empresa se haya fijado como reto que para 2015 que el 50% de su facturación (unos 550 millones según las previsiones) provenga del exterior.

Jordano también ha hablado de las polémicas accionariales por las que ha pasado la compañía. “En todas las empresas hay conflictos empresariales, pero cuando son familiares, acaparan más aún la atención de los medios”. Pese a todo, ha aclarado que esos conflictos ya no existen, y que “el control completo de la compañía lo tiene su fundador David Álvarez Díaz, quien ya tiene fijado en su estrategia sus planes de sucesión”.

Por último, el director general del Grupo Eulen ha querido mostrar su visión sobre el actual mercado de trabajo. En su opinión “no puede ser que los despidos se financien con el cadáver de las empresas”. En su opinión, debería haber “un solo contrato que incluyera los costes de prevención en caso de despido”. La idea, según Jordano, sería eliminar los 45 tipos distinto de contrato, que considera una locura, para conseguir un contrato único que tenga en cuenta monetariamente las posibles necesidades que pudiera tener un empleado despedido hasta encontrar un nuevo empleo. De esta manera se evitaría, según él, que los empleados estuvieran a disgusto con su empresa y viceversa.