Según publica The Wall Street Journal, en el caso de España e Italia el importe de dicho "cortafuegos" ascendería a 75.000 millones de euros. Este escudo que entraría en vigor en 2012, podría complementarse con fondos procedentes del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera o del Banco Central Europeo.

La institución dirigida por Christine Lagarde ha hecho sus cálculos y entregaría prácticamente el triple de la contribución de cada país a la entidad. En el caso de España, por tanto, esos 75.000 millones de euros se podrían duplicar cuando sus contribuciones se incrementen a partir del próximo año.

El objetivo es evitar una nueva recesión global. "Los inversores creen que Grecia suspenderá pagos en las próximas semanas, lo que encarece la financiación de otros gobiernos europeos y aumenta la incertidumbre sobre el estado de la banca europea”, ha concluido.