La economía estadounidense sabe cómo hacer frente a las presiones externas. O al menos así lo considera el secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, quien dice que existen razones para ser "mucho más optimistas" sobre el futuro.

Crisis en Europa, elevados precios del petróleo e incluso el terremoto de Japón de marzo de 2011. Todos estos factores le costaban un punto del PIB a la economía estadounidense en la primera mitad de 2011. A pesar de que sus efectos ceden poco a poco, Europa y el crudo siguen siendo una amenaza latente y suponen todavía un riesgo para la economía americana.

Claro que EEUU ha sabido ser fuerte y Geithner lo sabe. ¿La receta?  Acción contundente del Gobierno, que ayude a acelerar la recuperación, mitifique los daños que aún persisten de la crisis y haga las reformas e inversiones necesarias para sentar la bases del crecimiento futuro.

Por otro lado, el secretario del Tesoro se muestra muy crítico con las propuestas del Partido Republicano para reducir el déficit y defiende que, a pesar de que los problemas a largo plazo sean enormes, se les haga frente con inversiones que fomenten el crecimiento.