El Gobierno nacionaliza Bankia

El Gobierno levanta el secreto a voces que ha comenzado a circular desde primera hora de esta tarde y pone en marcha la compleja maquinaria de la nacionalización de Banco Financiero y Ahorros (BFA), matriz de Bankia. La estrategia se ejecuta mediante la conversión en títulos de la enorme deuda que mantiene BFA con el FROB, y que asciende casi a 4.500 millones de euros, con el fin de inyectar la enorme cantidad de dinero público necesaria para no dejar caer a la entidad.

De esta manera, el Estados se convierte en el accionista número uno del SIP que lideró Caja Madrid, tras la unión de Bancaja y cinco cajas de ahorro más. El proceso se lleva a cabo con el descubierto que descubrió la auditora Deloitte, quién se negó a firmar la auditaría de las cuentas de la entidad.

El proceso que el Gobierno ha tenido con respecto a lo que al final se ha confirmado, ha estado protagonizado por la contradicción, ya que desde un principio se ha negado “rotundamente” esta posibilidad, tanto desde el ministerio de Economía como por parte del propio presidente del Gobierno, quién horas antes se ha limitado a afirmar que el próximo viernes se reforzará la confianza en el sistema financiero "con las decisiones que se tomarán en el Consejo de Ministros, y antes".

En paralelo, José Ignacio Goirigolzarri tras asumir hoy mismo la presidencia de Bankia, dijo asumir el cargo con el reto de hacer la entidad "más fuerte, rentable y potente". Cabe destacar que el Gobierno ha esperado a que el ex consejero delegado de BBVA se hiciera con los mandos a los que renunció Rodrigo Rato.

Es más, todo apunta a que el próximo viernes, tal y como ha confirmado el propio Mariano Rajoy y  en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el Gobierno dará luz verde a lo que una y mil veces ha rechazado, una sociedad que aglutine los activos tóxicos de la banca española, o lo que es lo mismo, la puesta en marcha de un ‘banco malo’ en España.