En Grecia seguimos viendo las consecuencias de la austeridad absoluta de los programas de rescate. Así, y después de que el Ejecutivo heleno haya ordenado el cierre de la televisión pública, desde la pasada medianoche este canal emite en negro. Se trata de un anuncio sorpresa hecho por el Gobierno durante la tarde, en una medida con la que espera ahorrar cerca de 100 millones de euros al año.

A primera hora de la mañana, los trabajadores están encerrados en sus instalaciones, se niegan a abandonarlas, y están emitiendo a través de internet y en una frecuencia que les ha cedido un canal de televisión privado.

En total, más de 3.000 trabajadores van a ser despedidos. De esta manera, el Ejecutivo se acerca a las peticiones de la Troika de despedir a 2.000 funcionarios o empleados públicos hasta finales de julio y un total de 15.000 hasta finales del año próximo. Y decimos que se acerca, porque muchos de los trabajadores de la Televisión Pública volverán a ser contratados en una nueva empresa, con otras condiciones diferentes a las que tenían hasta el momento.