Japón ha presentado datos de la balanza comercial. Y por primera vez presenta un déficit comercial de 24.500 millones de euros.

Es la primera vez que se produce esta situación en los últimos 31 años.

Pero, ¿a qué responde?

Pues a una ralentización de las exportaciones tras el accidente de Fukushima y las inundaciones de Tailandia, en la que muchas plantas de automóviles resultaron dañadas.

Hay que tener en cuenta la importancia de este dato, pues el 40% de la economía nipona se sustenta del sector exportador, y que al reducir su negocio y beneficios, podría ocasionar una espiral de aumento del desempleo.

Pero a ese déficit comercial se unen también la coyuntura internacional y la fortaleza del yen frente a otras monedas, lo que encarece las compras de productos japoneses.