Leguina: “Blesa no era banquero sino amigo de Aznar”

A la espera de que la Audiencia Provincial de Madrid decida si anula la causa por la que entraba Miguel Blesa en prisión, Joaquín Leguina, escritor y estadísticos superior del Estado, se ha mostrado confiado en que se investigue toda la gestión de Blesa desde que entró en 1996. “Ha sido un disparate. Lo de las preferentes es la última jugada porque son de 2009, pero antes también dio créditos incomprensibles a empresas constructoras para que edificaran en suelo sin recalificar”, ha criticado. Además, a su juicio, “esta desastrosa gestión” viene porque Miguel Blesa “no era un banquero sino un amigo de Aznar”.

Leguina, afectado por las preferentes tras invertir 80.000 euros a través de un fondo de pensiones, también ha reconocido que tiene difícil demostrar que ha sido engañado. “Quien me lo vendió también estaba siendo engañando. No sabía, por ejemplo, que una empresa de rating las había calificado como bono basura ni en qué condiciones exactas se contrataba”, ha asegurado saliendo en defensa de los directores de las sucursales de Caja Madrid. “No tienen ninguna culpa de lo que ha pasado”, añade al respecto. Por el contrario, cree que existe una responsabilidad penal y económica de la caja. “Ha sido recapitalizada y una parte de dinero debería ir a pagar las preferentes. Que se negocie una quita, pero que no nos metan en este lío”, ha defendido.

Así, el que fuera presidente de la Comunidad de Madrid ha adelantado que él irá al arbitraje aunque, critica, se trata de un proceso de caridad, “y aquí lo que se trata es de hacer un poco de justicia”. Además, cree que sería preferible que lo solucionara el propio banco. Eso sí, no descarta, en un segundo momento, acudir a los tribunales. “El problema es que si vas por lo civil y pierdes el juicio, tienes que cargar con las costas”, ha explicado.

A parte de las preferentes, Joaquín Leguina ha enumerado también lo que él considera errores que se cometieron en las cajas. Así, junto a su conversión en bancos, algo que considera “muy arriesgo”, ha criticado que se pusiera al frente de las cajas a gente no profesionalmente dotada: “la inmensa mayoría de ejecutivos y consejeros eran extraídos de partidos políticos o sindicatos”, ha explicado.

Limitar la presencia de los partidos

En este sentido, cree que tantos partidos como sindicatos deberían atenerse a sus ámbitos de actuación y no invadir el resto de la vida civil: “Deberían autocontrolarse, algo que no han hecho hasta ahora, y salir de las cajas o de la judicatura”, ha defendido al respecto. Pero no sólo eso: el escritor también cree que los partidos tendrían que sacar las manos de las decisiones que tienen que ver con las entregas de las obras públicas, porque “ya se ve por donde viene el dinero sucio”

Además, para conseguir un mejor funcionamiento de las formaciones políticas, Leguina apuesta por una Ley de Partidos: Actualmente no existe una ley que obligue a los partidos a nada, y aunque es un clamor social, éstos se dedican a mirar a otro lado”, ha asegurado. Así, critica que dentro de los partidos no suele existir ni debate democrático ni votaciones, algo que, a su juicio, debería incluirse en esta normativa. “Que exija, por ejemplo, que haya primarias de verdad con votaciones abiertas. No se puede seguir con la pata coja que unos partidos hagan primarias y otros no”, ha concluido.