El presidente encargado, Nicolás Maduro, ha ganado las elecciones presidenciales con el 50,66% de los votos, mientras que su principal opositor, Henrique Capriles, se ha hecho con el 49,07%. Victoria más que ajustada, ya que les ha separado un punto y medio, apenas 300.000 votos.

Sin duda unas elecciones muy reñidas que han visto descender en casi 10 puntos la participación respecto a las últimas de 2012 en las que se presentó el fallecido Hugo Chávez. Además, los resultados, cercanos al empate técnico, demuestra la división existente en el país, por lo que Maduro ha hecho un llamamiento al diálogo y a la tranquilidad en estas primeras horas. Una petición que se ha hecho también desde el Consejo Nacional Electoral del país venezolano. Sin embargo,el nuevo presidente del país ha dejado claro que no va a pactar en estos momentos con el opositor Capriles, a quien acusa de querer movilizar a los ciudadanos del país en su contra.

Precisamente el opositor Henrique Capriles mantiene que ha existido un intento por parte del Gobierno de manipular los resultados electorales y ha asegurado que no reconocerá el resultado hasta que no se cuente cada voto de los venezolanos, "uno por uno". Además, exige al Consejo Nacional Electoral una auditoría con acceso a "todas las papeletas y cajas".