Portugal: A la espera de un tercer rescate en medio de un callejón sin salida

La austeridad es la palabra clave sobre la que sigue girando la crisis política y económica en Portugal.  El mercado ya daba por descontado la petición de un tercer rescate portugués desde principios de año, todo ello provocado por el nulo resultado de los recortes aplicados por el Gobierno.

AUSTERIDAD FÉRREA = AUMENTO DEL DÉFICIT Y ENDEUDAMIENTO

Desde que Portugal pidió su primer rescate, el Ejecutivo de Passos Cohelo ha sometido al país a una política económica fundamentalmente basada en el memorando de entendimiento remitido por Bruselas.

Sin embargo esas recetas no han dado el resultado previsto por la Comisión Europea: El déficit luso continúa disparado (6,4% a cierre de 2012), al igual que ocurre con el endeudamiento (204.485 millones de euros), es decir, los recortes lejos de reducir el gasto, lo ha aumentado.

Buena parte de la culpa de ese incremento del gasto ha venido provocado por el repunte del paro (17,60% a mayo de 2013), y por el rebote de las peticiones por desempleo. Por otro lado, cabe destacar que la Justicia del país ha tumbado algunas de las medidas de recorte como fue la retirada de la paga extra a los funcionarios.

PORTUGAL: UN ROMPECABEZAS

Los retos a los que se enfrenta el Ejecutivo portugués se le acumulan, sin embargo el principal ahora es ¿cómo explicarle a los ciudadanos que los rigores extremos a los que les has sometido no son suficientes?. Lo cierto es que con la llegada del tercer rescate, la economía del país queda en manos de varios factores.

Por un lado Europa se ha dado cuenta de que las recetas iniciales no han funcionado, por otro el Gobierno no está dispuesto a seguir aplicando recortes que no han funcionado. ¿Qué sucede cuando aplicas medidas austeras y sin embargo no consigues adelgazar? No se sabe que hay que hacer, pero  rebajar el nivel de déficit y el nivel de deuda, siguen siendo la principal prioridad.

En esa situación avanza el país vecino, que ha visto como la semana pasada – en tan sólo 24 horas – dos ministros del Gobierno han dimitido por motivos completamente opuestos.

Por un lado, la renuncia del que fuera ministro de Finanzas, Vitor Gaspar. Un férreo defensor de la austeridad, presentó su abandono tras un encontronazo con Pedro Passos Cohelo. Gaspar quería endurecer los recortes, una opción que desestimó por completo el primer ministro.

Por otro lado, llegó la dimisión del titular de la cartera de Exteriores, Paulo Portas, completamente enfrentado a Gaspar. Portas ha sido durante su tiempo en el Gobierno el máximo opositor a la austeridad aplicada. Tras saberse que el relevo de Gaspar iba a ser María Luis Alburquerque (hasta entonces secretaria de Estado del Tesoro) y defensora de los recortes, Portas no dudó en abandonar el Gobierno en muestra de rechazo.