"Los Quantitative Easing cada vez tienen un impacto menos fulgurante en las bolsas"

Respecto a la reactivación del tejido económico de Estados Unidos, Fernando Luque, editor en España de Morningstar, entiende que habrá esperar un tiempo para ver qué efectos puede tener ese último estímulo de la FED en el medio y largo plazo, sobre todo en lo que respecta al mercado laboral. De todos modos, el experto alberga ciertas dudas respecto a la posibilidad de que un Quantitative Easing pueda tener un impacto claro positivo en la creación de empleo.

Ese encuentro celebrado por la Reserva Federal esta semana se producía con la mirada puesta, principalmente, en dos circunstancias: las elecciones presidenciales del 6 de noviembre y, sobre todo, el llamado "abismo fiscal". Éste representaría, según la mayoría de expertos, entre un 2 y un 3% del PIB norteamericano. De no producirse un acuerdo entre repúblicanos y demócratas en este sentido, se tendrían que aplicar de manera automática el 1 de enero una serie de aumentos impositivos y de recortes en el gasto público.

Todo ello, según Luque, tendría un efecto muy negativo sobre la economía de Estados Unidos. "Si nos ponemos en el peor de los escenarios, las consecuencias podrían ser muy negativas. Esas medidas tendrían un efecto directo sobre la economía en su conjunto, porque hay compañías que dependen mucho del gasto público y otras del poder adquisitivo de los ciudadanos", explica Luque. Tan malas serían esas connotaciones, también para el conjunto de los mercados bursátiles, que el experto se muestra convencido de que, tarde o temprano, se producirá un acuerdo al respecto.