Regus: "Los emprendedores necesitan inversión"

Philippe Jiménez,Vicepresidente de Corporate Sales EMEA de Regus, detalla las necesidades de los emprendedores ante el anuncio del Gobierno de que el plan de emprendedores estará aprobado en el primer semestre del año que viene. “Necesitan ante todo inversión para tener acceso a capital y poder invertir en España y fuera de ella”.

Además de considerar que es imprescindible eliminar las trabas burocráticas, Jiménez, cree que las empresas “necesitan poder tener acceso a los mercados exteriores, con ayudas para vender fuera”, anteponiendo esta premisa, incluso, a la importancia de la financiación. Un teoría que se sustenta porque a su parecer hay muchas oportunidades fuera de nuestro país, por lo que “las empresas tienen que tener el valor, las ideas y la creatividad para venderse fuera de España”. Entre los países en desarrollo que considera más importantes se encuentran los localizados en Asia y América Latina.

Asegura que las empresas y los emprendedores necesitan encontrar los recursos financieros “en la esencia de su actividad y no en la infraestructura”, porque hay posibilidades de cambiar el método de inversión para enfocarlo hacia la flexibilidad del trabajo.

LA FLEXIBILIDAD LABORAL, LA CLAVE

El vicepresidente de Corporate Sales EMEA de Regus, cree que la flexibilidad laboral viene siendo conocida desde hace 20 años, pero ha habido dos factores que no han permitido materializar el concepto: “la tecnología y la cultura”. Y es que considera que los directivos se han preocupado más “en contar las horas del personal que en la propia productividad”.  Pese al tiempo que se ha perdido en este sentido, Jiménez, cree que hoy en día las cosas están cambiando, aunque denuncia que todavia “estamos demasiado enfocados al número de horas que los trabajadores pasan en la oficina”. Insta a pensar en el resultado para que esto funcione, porque tenemos a nuestra disposición la tecnología necesaria para poder trabajar desde cualquier lugar.

La definición ofrecida por Jiménez se conoce como teletrabajo y cree que hay que hacer entender al cliente que “no es necesario tener una oficina física para atenderle”. EL fracaso del modelo de oficinas de tipo tradicional, aclara, no funciona para las empresas porque es “inflexible, improductivo y muy caro”. Cree que tampoco es funcional para las personas, ya que no están ubicadas en el lugar ideal para ellas, ni a su alcance en la mayoría de los casos. Detalla, a su vez, la inconveniencia por la emisión de CO2 de los edificios comerciales. Con todo ello, cree que hay que cambiar este modelo hacia la oficina flexible, porque les permite “subir de forma consistente la productividad, disminuir los costes inmobiliarios, los riesgos inherentes a la inversión inmobiliaria; porque  supone una motivación para el personal  y porque le ayuda a conciliar la vida personal y laboral”.  En el teletrabajo, también observa la ventaja para la empresa de “poder exportar y adaptarse a los mercados extranjeros, así como a la dinámica de cambios en los mercados”.

Jiménez advierte de que este modelo obliga a la empresa a innovar e invertir en tecnología, lo que conlleva una mejora “en lo que a costes e ingresos se refiere”.