La economía británica vuelve a estar en recesión, algo que no experimentaba desde el año 2008, según ha anunciado la ONS (Oficina Nacional de Estadísticas). Este descenso del PIB no estaba previsto por el Tesoro del Reino Unido que había pronosticado un leve incremento económico para los tres primeros meses de este año.

Para excusar este fallo en el pronostico, el Tesoro ha declarado que este descenso se debe a la situación económica de la zona euro, que arrastra al Reino Unido a esta situación y le hace imposible impulsar el crecimiento.

Según la ONS, este descenso en PIB británico viene provocado por la actividad del sector de la construcción, que ha experimentado la mayor caída en los últimos tres años, mientras que la industria manufacturera presentó un crecimiento plano.

Esta recesión contradice a las previsiones para el PIB anual anunciadas por la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria, que espera que aumente un 0,8 % en este 2012, frente a un 2 % y 2,7 % pronosticado para los dos próximos años.