“Si las bolsas aún no han tocado mínimos, no estamos demasiado lejos de verlos”

En Aviva se autodenominan como inversores “a largo plazo”. Bajo este prisma, los expertos de la firma observan en este escenario más y mayores oportunidades que en otros momentos históricos. “Procuramos aprovechar esas oportunidades, pero sin volvernos locos”, matiza José Caturla. Su estrategia de inversión se basa, en todo momento, en un seguimiento continuado de valores y mercados, con el punto de mira situado en compañías con potencial claro de crecimiento que agreguen a ese atractivo un precio barato y accesible. No obstante, Caturla se muestra contrario a la realización de grandes movimientos en entornos de alta volatilidad como el actual. “No hacemos compras oportunistas puntuales. Buscamos valor a largo plazo, y eso no es algo que se consiga en momentos de pánico”, añade.

Evitan invertir en sectores muy regulados

Si hablamos de sectores concretos, José Caturla empieza descartando aquellos que considera menos interesantes. Dado su mayor riesgo asociado a la regulación, Aviva prefiere evitar las eléctricas, las compañías de telecomunicaciones y las entidades bancarias. Por el contrario, su principal apuesta es el sector industrial. “Nos gustan las compañías de bienes de equipo, con fuerte componente exportador, balances saneados y siempre bien gestionadas”, explica Caturla.

Ajuste, sí. Pero sin ahogar el crecimiento.
 
José Caturla subraya la necesidad de reducir los “excesivos” niveles de deuda y déficit de muchos países de la zona del Euro. “Creemos que es necesario hacer ajustes rápidamente, tomar medidas a corto y a largo plazo para reducir el déficit”, comenta el experto de Aviva, reconociendo que los ajustes que se están llevando a cabo en los países europeos con problemas van ya por ese camino. No obstante, Caturla echa en falta una mayor respuesta del BCE. A su entender, la institución dirigida por Mario Draghi debería realizar una intervención más decidida que ahuyentara a los especuladores. Más allá de eso, José Caturla destaca que el ajuste, aunque fuerte, no debe exceder la capacidad de los países para soportar toda esa carga de medidas. “Si el ajuste es excesivo y se lleva a cabo demasiado rápido, la consecuencia podría ser un alargamiento de la crisis”, asevera. De lo contrario, si se ahoga el crecimiento, concluye Caturla, “las medidas de ajuste no funcionarían”.