El dato macroeconómico más esperado de la semana en todo el mundo era, sin duda, la cifra de creación de empleo en Estados Unidos durante el pasado mes de marzo. Los indicadores del sector privado que hemos venido conociendo en los últimos días hacían presagiar un dato peor de lo que se esperaba y así ha sido finalmente. En marzo, la mayor economía del planeta podía crear tan solo 88.000 nuevos empleos… frente a los 190.000 que habían pronosticado los analistas.

El dato publicado este mediodía por el Departamento de Empleo refleja sin embargo una reducción de la tasa de paro hasta el 7,6%, su nivel más bajo desde diciembre de 2007. Ahora bien, tal y como indica Alexis Ortega, esa caída puede ser calificada como “artificial”, ya que se basa en una salida masiva de trabajadores de la fuerza laboral estadounidense, hasta niveles no vistos desde inicios de la década de los ochenta.

Con todo, el experto de Finagentes Gestión cree que la situación del mercado laboral estadounidense no cambia y sigue siendo delicada, “independientemente de que se cree o no se cree empleo”.