Intensa agenda de contactos la que tiene esta semana la canciller alemana Angela Merkel. Hoy viaja hasta Frankfurt para reunirse con el Presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi. Entre los temas a tratar: la unión bancaria europea y la compra de deuda por parte del organismo regulador de países con problemas como por ejemplo España.

Mañana será el turno de la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, en medio del debate sobre los siguientes pasos a dar para hacer frente a la crisis de deuda de la eurozona.  La directora del organismo, ha advertido que el crecimiento de España se va a ralentizar. Unas previsiones que van en línea con las previsiones publicadas por el G20. Estiman que el crecimiento económico mundial podría ser del entorno del 3 o 3,5% aunque podría ir a la baja debido a los problemas de Europa, el ajuste al que tiene que someterse Europa y la debilidad de muchas de las economías emergentes.

Tanto la reunión con Draghi como con Lagarde se producen en un momento en el que la 'troika',  el FMI, el  BCE y la Comisión Europea, están a punto de presentar un informe sobre si la deuda griega es sostenible y en el que Francia y Alemania difieren sobre si España necesita o no un rescate.