Para el director de la Fundación Caser, Juan Sitges, el modelo al que se tiende es más humano, más participativo, y permite a los mayores llevar el control de su vida y de su tiempo.

Además, este modelo de atención puede ser más barato, al utilizar como herramientas para mejorar la atención a los mayores los elementos de la propia vida, como por ejemplo una clase de cocina o ver un partido de fútbol. 

Por eso, ante el presumible recorte en los presupuestos del Estado para la dependencia, Sitges dijo que aunque se vean recortados los presupuestos públicos, no por ello se van a poner "menos ganas y menos empeño".

Además, dijo que lo importante en estos casos es la formación, ya que tenemos mucho que aprender en nuestros modelos de atención a los mayores, y en este sentido dijo que en muchos países europeos "nos sacan varios años de ventaja".