Rojas Marcos: “El optimismo es un ingrediente esencial de nuestra resistencia y capacidad de adaptación ante la dependencia”

Hoy ha tenido lugar en la sede central de Caser, la primera de las conferencias que componen el acuerdo de colaboración firmado entre Fundación Caser para la Dependencia y el prestigioso psiquiatra Luis Rojas Marcos con el fin de promover la sensibilización social a favor de la dependencia. La primera charla bajo el título “Optimismo y Dependencia”, ha analizado la importancia de mantener una actitud optimista y positiva a la hora de enfrentarse a una situación de dependencia.

Luis Rojas Marcos inició su intervención señalando que “la dependencia puede aparecer a cualquier edad, aunque es más frecuente a partir de los 65 años, como consecuencia de dolencias crónicas ―ictus, demencia, artritis, osteoporosis―. La dependencia es un reto que no sólo afecta a quienes la sufren, sino que altera fundamentalmente la armonía familiar. No no nos afecta a todos de la misma forma y, en gran medida, su impacto va a depender del significado que le den los afectados y sus cuidadores”.

Rojas Marcos recordó que en los últimos 20 años, se ha desarrollado una medicina de la calidad de vida que estudia qué cualidades del ser humano nos ayudan a superar la adversidad, y una de esas cualidades es el optimismo. En este sentido, considera que “el optimismo o el pensamiento positivo es un ingrediente esencial de nuestra resistencia y capacidad de adaptación ante las adversidades en general y la dependencia en particular”.

Rojas Marcos explicó “sabemos que los circuitos de neuronas encargados de razonar y percibir las cosas están conectados con los centros cerebrales que elaboran y modulan las emociones de forma que quienes logran mantener una disposición optimista ante los desafíos fomentan estados emocionales positivos”.

Para el Profesor en Psiquiatría de la Universidad de Nueva York “un buen método para medir el optimismo es evaluar nuestra perspectiva de las cosas desde los tres contextos del tiempo: la valoración retrospectiva que hacemos de las experiencias del pasado, las explicaciones que damos a las vicisitudes presentes y el nivel de esperanza que albergamos de cara al futuro”, y afirmó que “la esperanza es el ingrediente principal del pensamiento positivo”.

Asimismo, advirtió que “el optimismo no está reñido con la percepción de los riesgos pero sí lo está con la pasividad a la hora de afrontarlos”. Por ello, “el estilo optimista de percibir y juzgar los avatares de la vida nos ayuda a minimizar el impacto de la dependencia, al tiempo que nos impulsa a luchar para superarla y nos protege del derrotismo y de la indefensión” e insistió en que “las personas que superan mejor las adversidades son aquellas que ponen el control de su vida dentro de ella y no fuera. Pensar que tú puedes hacer algo para mejorar tu situación, ayuda”.

En cuanto al pensamiento positivo y la actitud optimista ante la vida, el Dr. Rojas Marcos aseguró que, en parte, depende de factores genéticos, de la personalidad pero también de los esfuerzos que hagamos por fortificar nuestra percepción favorable de la realidad. Entre las estrategias para lograrlo enumeró “comunicarnos, conectarnos con los demás-las personas que se sienten parte de un grupo superan mejor las adversidades que las que están aisladas-, aprovechar los recursos que nos ofrece la tecnología y la medicina, participar en actividades altruistas, diversificar las parcelas que nos proporcionan satisfacción con la vida y practicar el sentido del humor y luchar contra los pensamientos automáticos, que son aquellos pensamientos negativos, que no razonamos”. “Aprender a sentir y pensar en positivo es una inversión rentable”, sentenció.

Concluyó diciendo que “la dependencia hace evidente el efecto fortificante que ejerce el pensamiento positivo sobre nuestra capacidad de adaptación. Simultáneamente, pone de relieve el poder de la solidaridad a la hora de mitigar los sentimientos de incapacidad e incertidumbre que invaden a las personas dependientes y a sus seres queridos. Tarde o temprano casi todos nos vemos obligados a declararnos ciudadanos del reino de la dependencia. Pero ese lugar inseguro y limitante se hace más llevadero si contamos con el aliento y el alivio que nos proporciona el optimismo”.

El ciclo de conferencias organizado por la Fundación Caser para la Dependencia con la colaboración del Dr. Luis Rojas Marcos, se completará con otras dos más: Aprender a envejecer (próximo 4 de julio) y  Superar las adversidades asociadas a la dependencia (prevista para septiembre-octubre).