Una terraza con encanto

Si hay algo que uno añora cuando vuelve en invierno de un viaje al norte de Europa son sus cálidas, perennes y concurridas terrazas.  Ahora, Café Pino traslada a la Plaza de La Moraleja la magia de esos acogedores rincones que proliferan en capitales como París, Oslo o Copenhague, con su nueva terraza de invierno. Semiacristalada, para que no se escape el calor mientras la clientela ve y se deja ver, dotada de setas calefactoras y chimeneas de leña y con mantas y unas suaves fundas de piel mullida en las sillas que abrazan al comensal, la de Café Pino se convierte en el perfecto refugio para las largas tardes de invierno.

Perfecta para disfrutar de un buen desayuno a base de huevos de corral, tomates de la huerta, bollos y panes del pueblo o para tomar a la hora del almuerzo una de sus inimitables pizzas en horno de leña (probablemente las mejores de Madrid), en la terraza de Café Pino se puede comer o simplemente tomar algo a cualquier hora del día. Su cocina permanece abierta de 10:30 a 23:30 horas ininterrumpidamente e incluye propuestas como su famosa ensaladilla rusa, los calamares Zucchini, ensaladas variadas, el medio pollo asado (de lo más vendido en Pino) o las empanadillas caseras a un euro de ibérico, pisto o atún. Muy animada se presenta también el after work para tomar una copa al calor de su chimenea.