“La eficiencia energética permite a las empresas ahorrar costes. Es clave por su propia supervivencia y mejora”. Es la conclusión de Juan Manuel García, gerente de Eficiencia Energética de AENOR, una entidad de referencia en certificación y que tiene vigentes cerca de 100 certificados de Gestión de la Energía en organizaciones de todos los sectores y tamaños. La entidad ha contribuido a situar a España como el primer país del mundo por número de certificados del Sistema de Gestión de la Energía conforme a la norma ISO 50001, en el que, por primera vez, analiza la implantación de este certificado en 32 países del mundo.
En las ventajas de la eficiencia energética han coincidido con Juan Manuel García tanto Sixto García, director de de Calidad, Medio Ambiente e Innovación de Ferrovial, como Concepción Cánovas del Castillo, responsable de desarrollo de Negocio de la Dirección General de Eficiencia Energética de Endesa. Ambos son representantes de dos empresas que están apostando por ser empresas sostenibles. En el caso de Ferrovial, hay dos aspectos fundamentales en este sentido. Por un lado, la parte interna con concienciación de empleados y dirección; y por otro, a la hora de trabajar en los procesos a prestar a los clientes.
En el caso de Endesa, la sede central implantó en 2004 un sistema de gestión ambiental energética y de calidad y los 300 edificios que tiene la compañía están en proceso de implantar este sistema. También trabajan en que la oferta que ofrecen a sus clientes tenga un consumo eficiente. “Por ejemplo, una lámpara led te consume un 70% menos que una lámpara habitual”, ha asegurado Cánovas del Castillo.
AENOR, Ferrovial y Endesa han coincidido en la importancia de la eficiencia energética para el desarrollo y competitividad de España. En este sentido, “la administración debe ser un ejemplo a seguir. En Europa está claro el compromiso con el protocolo de Kioto. Nosotros podemos hacerlo de dos formas: que nos cueste la tonelada de CO2 o que nos ahorremos esa tonelada”, ha destacado el gerente de eficiencia energética de AENOR.
Por su parte, Cánovas del Castillo ha afirmado que “la balanza comercial en nuestro país sería positiva si no tendría la dependencia energética que tenemos”. Así mismo, desde Ferrovial han señalado que se están haciendo cosas importantes aunque “hay que incidir en la concienciación desde la cúpula de las empresas y administración”.
BUENAS PRÁCTICAS
No sólo las empresas se han embarcado en el mundo de la eficiencia energética. También lo hacen importantes edificios de nuestro país. Es el caso de la Catedral de Palma de Mallorca, que ha recibido una ISO en eficiencia energética. Es la primera Catedral del mundo en lograr el reconocimiento por parte de AENOR. Su gerente, José E. Capone, ha señalado que éste es su compromiso con el medio ambiente. “Es posible que un edificio del siglo XIII esté a la altura del siglo XXI gracias a la eficiencia energética”, ha señalado.
En este camino, han apostado por un cableado homologado y que no permita la pérdida de energía, una nueva iluminación, transformadores que reconvierten la energía, un cuadro eléctrico automatizado, o la colocación de fibra óptica para evitar menos mantenimiento a las piezas que están en las vitrinas y menos oxidación de los metales nobles como la plata, entre otras medidas.
La Catedral de Palma de Mallorca se planteó este cambio por el elevado consumo del edificio, por la conservación del patrimonio de la catedral y por hacerla más sostenible y ecológica. Según Capone, los próximos pasos van enfocados en la gestión de calidad, de residuos y en normas para la accesibilidad.
