Los interventores de la petrolera en el país andino, tras la expropiación del 51% de las acciones de Repsol, están llevando a cabo rondas con los bancos, para que las entidades con presencia en Argentina le concedan líneas de financiación para invertir en la petrolera.

La deuda de YPF supera en estos momentos los 2.500 millones de dólares y, debido al cambio de control por el expolio a Repsol, los acreedores podrían ejecutársela ya. Aún así, el 60% le vence este año y el Gobierno
está presionando a las entidades para que no "ahoguen" a la compañía.

Contínuo 'tira y afloja'

Hace una semana, el supuesto cerebro de la expropiación de YPF a Repsol y viceministro argentino de Economía, Axel Kicillof, explicó que si Brufau quería sentarse a negociar el precio, bienvenido. Y añadió: "nuestra ley de expropiación lo permite".

Aunque "abiertos" a una negociación, parece que el acuerdo está lejos de conseguirse. El precio de la indemnización para el señor Brufau es de 10.500 millones de dólares (8.000 mllones de euros), mientras que para el viceministro éste no parece ser el correcto puesto que, según ha señalado, la compañía adeuda 9.000 millones de dólares, además de amenazar por cobrarle el supuesto daño ambiental. La respuesta de Kicillof no se hizo esperar y afirmó que no le daría ni un centavo a Repsol por YPF.

Hoy, parece confirmado que Argentina busca financiación bancaria para YPF, una misión complicada.