El recorte a la deuda española ha llegado tras la bajada masiva de ratings a la banca española. Entre ellas se incluyen las cuatro más grandes: Santander, BBVA, Bankia y Caixabank. 

Un recorte que han efectuado Fitch y S&P que, en el caso de esta última, ha degradado la nota a un total de quince entidades españolas.

En total, S&P ha rebajado la nota de 14 bancos, y degrada la nota del sector en un escalón hasta el Grupo 5, es decir, de alto riesgo.

En él están países como China, India, Colombia, Polonia, Panamá o Trinidad y Tobago. Lo hace porque llevan desde 2011 con un acceso limitado a la financiación. Entre ellos: los cuatro ya citados, pero también a La Caixa, Bankinter, IberCaja, Sabadell, Popular, Cívica, Bankia y BBK.

En el caso de  Fitch, se fija sólo en los cuatro grandes. Sitúa al Santander en calificación de A con perspectiva negativa y también en el caso de BBVA. Si miramos a Caixabank, baja desde A hasta A- con perspectiva negativa y en el caso de Bankia se sitúa en BBB+.

Sobre la entidad de Rodrigo Rato, la agencia ve muy probable que vaya a necesitar ayudas públicas debido a su alta exposición al sector inmobiliario y la débil calidad de sus activos.