No hace falta más que tirar de hemeroteca para darse cuenta de que la presidencia de Repsol cambia cada vez que hay un cambio de presidente del Gobierno, y tampoco es desconocido que Brufau ha sido siempre cercano a las filas del PSC y se sentó en el sillón que hoy – aún – ocupa con la llegada de Rodríguez Zapatero al Ejecutivo.

Sin embargo el presidente de Repsol, podría dejar de serlo en los próximos días. Fuentes cercanas al accionariado de Repsol afirman a Diario Financiero, que uno de los grandes accionistas en la petrolera, Isidro Fainé serviría a Rajoy en una bandeja la cabeza de Antonio Brufau – plato no muy del gusto del popular – para sentar en su lugar a una persona que llegase de Madrid, en lugar de Cataluña. Es decir, Brufau tendría los días contados al frente de la petrolera española.

A cambio Fainé le pediría algún que otro favor al nuevo jefe del Ejecutivo en materia de política financiera, favores que el presidente de Caixabank necesita en medio de la tempestad que sacude el Viejo Continente.

Las Tumbas de Brufau

Los errores en la estrategia que Antonio Brufau ha llevado cabo en el caso Pemex – Sacyr se delatan por sí mismos.

El presidente de Repsol no ha dudado en atacar a Pemex con el sobre texto de ser una compañía pública y mexicana, cuando por otro lado se ha aliado con dos compañías públicas y extrajeras como son Petrebrás (brasileña) y Ecopetrol (colombiana).

Un hecho que demuestra que la decisión de Brufau es sólo y exclusivamente personal, y que ha mantenido durante varias semanas a Repsol en el centro de una trama que ella misma provocó.