Jesús Midón asegura que la filial ibérica de la francesa tiene “la suerte” de contar con una legislación como la española. “La factura electrónica o la digitalización certificada permiten a las empresas caminar tranquilamente hacia esos procesos e invertir en tecnología para mejorar su eficiencia en ese ámbito”, explica el director general de la empresa en nuestro país. Ese factor, junto con la apuesta realizada en 2005 por la dirección de la compañía para encaminar su negocio hacia la tecnología en la nube, es la clave, según Midón, que explica hoy los buenos resultados que está cosechando en los dos últimos años.

De hecho, es en el ámbito de la nube donde Esker observa un crecimiento más grande. “La nube es un eje estratégico. No es el único, pero sí el más importante. Nuestros últimos datos muestran que más de la mitad de la cifra de negocio de Esker procede ya de la nube”, destaca. Esos son los frutos de una apuesta por esta tecnología en 2005 que el propio Jesús Midón califica como arriesgada. “Nuestro presidente es un auténtico visionario. Tuvo que pasar un tiempo para ver que se acertó con esa apuesta”, asegura el directivo.