-¿A qué se debe esta mejora de las previsiones?
Exclusivamente a la mejora de la demanda extranjera, ya que la demanda española todavía no está creciendo, y que se ha acelerado a partir de finales de mayo por las revueltas en Turquía y que va a empezar a notarse sustancialmente a partir de los incidentes en Egipto.
-¿Cuántos extranjeros más nos van a visitar por los problemas en esos países?
Estimamos que de una manera gradual va a ir aumentando en el último trimestre del año cuando Egipto es el principal competidor de Canarias y calculamos que alrededor de 730.000 turistas extranjeros van a venir redireccionados a España. En dinero es una estimación de más de 626 millones de euros que nos llevaría a superar a final de año los 45.000 millones que realmente revierten a España en ingresos por divisas que nos convierte en el principal sector exportador y el principal soporte que asegura la fiabilidad de España para atender sus compromisos de pago internacionales.
-¿Qué destinos en España son los que más se van a beneficiar de los problemas en Turquía y en Egipto?
En lo que queda de verano sobre todo Baleares y algunas de las comunidades del Mediterráneo español especializadas en el turismo de sol y playa. En el resto del año canarias va a ser la gran favorecida porque coincide con la temporada alta de Egipto. Pero no debemos congratularnos de las desgracias ajenas para fundamentar nuestros propios méritos.
-¿Este aumento de llegadas por parte de turistas extranjeros va a servir para compensar el mal momento del mercado nacional?
Todavía no, pero estamos cerca. Hemos detectado que en el último trimestre se ha contenido la caída de la demanda nacional. Esa inesperada afluencia extranjera va a estar cerca de compensar pero no al 100% la caída de la demanda española.
-¿Qué papel puede jugar el turismo en la recuperación de la economía española?
Somos el principal sector locomotora y más que nunca se tiene que notar ahora el efecto multiplicador del turismo en otros ámbitos que dependen del turismo. Tenemos que ser un soporte para el empleo. Hasta mayo el sector turístico destruía 24.000 empleos al mes. En mayo se produce la inflexión que se consolida en junio y estamos solamente en 4.000 empleos menos que el año pasado, y confiamos que en los meses de verano podamos por lo menos llegar a tasas que no sean negativas. Tan importante como crear ese empleo que nos gustaría, es ser el soporte para no destruir empleo. Cuando comparamos con otros sectores que todavía destruyen empleo somos un pequeño oasis en la necesidad de crear empleo que tiene la economía española.
