A Emma Fernández, Directora General de Indra, no le preocupan tanto los recortes en I+D+I como la dificultad que se le ponga al sector innovador. “Estamos en un momento en que todos los ámbitos sufren recortes, lo que preocupa es que en el entorno haya clientes innovadores, universidades que formen y un entorno competitivo que haga que las empresas invierta en este sector”.
 
En este sentido ha destacado la necesidad de que se modifique la impresión y la mentalidad hacia el empresario, “porque es quien genera el empleo”. Considera además, necesaria la interacción entre empresa privada y la Universidad. “Se debe basar en la formación de profesionales y fluyendo en la definición de los programas para que se adapten en las necesidades de la empresa”. Otro aspecto importante destacado por Fernández es la inversión conjunta en Investigación e Innovación, así como que “el profesorado y la infraestructura universitaria  emprendan para que sean conceptos que se trasladen al estudiante y a la economía real”.

 Para Indra la internacionalización es un proceso fundamental que llevan practicando desde hace 15 años y que se ha visto intensificado por la crisis. Prueba de ello es que el 50 por ciento de las ventas están fuera de España ya que la demanda de nuestro país está muy ralentizada. Para Indra la internacionalización y la exportación son procesos lógicos al haber desarrollado servicios tecnológicos de primer nivel y querer mantener el empleo.
 
El contexto actual de incertidumbre no es para Emma Fernández, un problema en el proceso de externalización ya que la marca España no ha estado muy vinculada a la tecnología. En este sentido reconoce tener que hacer un esfuerzo superior a los competidores de otros países. Pese a todo, denuncia que en la actualidad la mayor preocupación que hay en el exterior “no es tanto por las soluciones y servicios de las empresas sino por la situación financiera y los problemas globales de la economía”, ha concluido.