Hoy se cumple el primer año de la entrada en vigor del texto definitivo de la reforma laboral. Una fecha marcada en rojo por cerca de 2 millones de trabajadores, que hoy van a ver cómo sus convenios pasan a mejor vida y que podrían pasar a depender del convenio inmediatamente superior.
Concretamente, el texto de la reforma laboral fija que, transcurrido un año desde la denuncia del convenio colectivo sin que se haya acordado uno nuevo o dictado un laudo arbitral, aquel perderá, salvo pacto en contrario, vigencia y se aplicará, si lo hubiere, el convenio colectivo de ámbito superior que fuera de aplicación. A estas alturas hay 1.324 convenios pendientes de firma, con lo que, a partir de este lunes, se abre la puerta a que esos convenios en fase de negociación queden sin efecto.
Se trata de uno de los apartados más polémicos de la reforma laboral que mantien divididos a patronal y sindicatos. Los empresarios restan importancia a esta situación, y aseguran que la negociación colectiva va a seguir abierta, por lo que no esperan problemas donde por ahora no los hay. No piensan igual los sindicatos: están convencidos de que muchas empresas van a dejar caer los convenios, lo que va a dejar desamparados a miles de trabajadores. Así desde Comisiones Obreras, Jaime Cedrún, avisa de que, a partir de ahora, las negociaciones se van a desarrollar sin red.