Según la contabilidad nacional, los excedentes de explotación empresariales suponen el 46% del PIB, frente al 44% que supusieron los salarios. O lo que es lo mismo: las rentas empresariales superaron en casi 14.000 millones a los sueldos.
Una situación que no se había dado nunca en España, y que demuestra, dicen los expertos, un cambio estructural en el modelo productivo y una buena noticia: las empresas tienen capacidad para invertir y sólo están esperando a que desaparezca la incertidumbre para llevar a cabo esas inversiones.
Entre las causas de este giro, radica sobre todo el ajuste en el sector público. Eso sí, se observa que la tendencia al ajuste salarial y de plantillas es generalizado en todos los sectores de la economía española…