La compañía presidida por César Alierta ha logrado un beneficio neto durante el año pasado de 3.928 millones de euros, lo que siupone una caída del27,3% respecto al 2011. Según explica Telefónica, estos resultados se han visto afectados por varios impactos extraordinarios, que restan 2.536 millones de euros. Entre ellos: el ajuste de valor sobre la participación de Telecom Italia y Telefónica Irlanda, así como el efecto de la devaluación del bolívar venezolano. De hecho, sin estos efectos, señala la compañía, el beneficio neto consolidado habría alcanzado los 6.465 millones. 

Por su parte, los ingresos se sitúan en los 62.356 millones de euros, lo que supone una reducción del 0,8% interanual. Mejores datos reflejan el crecimiento de los ingresos de datos móviles, con un crecimiento del 12,8% interanual, y la evolución de esta partida en Latinoamérica, que suma un 5,5%. Precisamente Latinoamérica se consolida como la región que más aporta a los ingresos del Grupo: en el cuarto trimestre superaba el 50%. Una situación que muestra, según la propia compañía, el valor de su alta diversificación. 

Durante el año pasado, la teleco invertía casi 9.500 millones de euros, lo que supone el 14,2% de sus ingresos. Además, la mayor parte de esta inversión se ha destinado a proyectos de crecimiento y transformación. Y desde el punto de vista operativo, Telefónica cierra el año con una base de clientes que crece el 3%, hasta los 316 millones de accesos.