-Desde hace cinco años asume la dirección de Toshiba para España y Portugal. ¿Qué retos se ha marcado en esta nueva etapa?
La gestión tiene que ser rentable para tener salud y dar puestos de trabajo. Ahora hay que navegar a vista de tierra. No se pueden tomar decisiones que nos lleven a tener problemas de invetario. Es decir, el mercado manda. Tenemos fábricas con gran volumen de trabajo pero no podemos vender ahora más porque son los clientes quiénes deciden cuándo cambiar de ordenador. No podemos producir más de lo que se consume. Aún así, España y Portugal son una zona muy importante aunque ahora estemos pasando por un mal momento. España y Portugal valen un 12% de nuestro negocio europeo y es muy importante que el negocio sea bueno.
-¿Hasta qué punto la crisis económica que atraviesa España ha presionado los márgenes comerciales de la compañía? ¿cómo les está yendo en cuanto a resultados?
Entre 2008-2010 hubo un gran crecimiento en este mercado gracias a la educación. La educación del futuro exige un ordenador por cada alumno. Todo es muy dinámico y la informática permite una gran flexibilidad. Es mucho más fácil gestionar una empresa con un pilar tecnológico detrás.
-De todas las líneas de producto que tiene, ¿cuáles se están comportando mejor y cuáles están notando más la crisis o la competencia de otras marcas?
Toshiba es distinta a las otras empresas. Es la empresa que ha traído la energía eléctrica de Japón, que transportó energía… Esta Toshiba no es conocida en Europa porque sólo se conoce la otra, la del consumo. Sin embargo, hay que conocer los dos lados de la empresa. Por un lado, la que produce energía, una parte muy rentable pero que tiene un difícil acceso a Europa, aunque en el futuro también tendremos competencia en este sentido. Por otro lado, tenemos la electrónica de consumo que no nos permite tener fábricas de producción en Europa porque es más barato en Asia pero a mí me gustaría tener un Toshiba más fuerte. De esta forma, España podría ser un proveedor de energía en lugar de consumidor.
-Cada vez se venden menos ordenadores y menos portátiles en detrimento de las tabletas. ¿Cómo se está enfocando esto desde Toshiba?
El entorno táctil es un entorno interesante para los usuarios. Al final vamos a tener un ordenador que hace de teléfono y tableta y no un teléfono y tableta por separado. Así será el ordenador del futuro. Habrá un dispositivo único, que será un ordenador, y que incluya las características de otros formatos.
-¿Termina de convencer el Windows 8?
Sí. La autonomía de los ordenadores va a ser la clave ya que estamos de 9-12 horas de autonomía, algo que aporta este sistema operativo.
-Ahora que los teléfonos móviles se parecen cada vez más a un ordenador. ¿se han planteado ustedes entrar en este campo?
Ya tuvimos una experiencia con los móviles pero cuando vimos la guerra que se avecinaba entre Samsung y Apple, decididmos no avanzar. Hoy en día entrar en el segmento de móviles sería un suicidio.
-En un mercado con tanta competencia, con tantas marcas, ¿qué papel ha jugado el factor precio?¿El consumidor de tecnología está dispuesto a sacrificar calidad por ahorrarse un poco de dinero?
El precio es una variable muy importante. Hoy se trabaja con precios muy competitivos de tal forma que cualquiera puede tener un ordenador y eso es un beneficio muy grande para todos.
-¿Cuáles son los objetivos para este año de Toshiba? ¿Cómo esperan cerrar los números? ¿Qué objetivos se han puesto en cuanto a ventas este año en España?
El mercado ha caído en informática. De todas formas, nosotros hemos hecho los ajustes necesarios para mantener nuestra salud financiera. También hay que tener en cuenta que una empresa japonesa no coloca en el mercado un producto que no vaya a ser rentable y eso es un respaldo. Somos una marca de prestigio.
