Sin embargo, a su jucio, el principal problema que tenemos es el turismo nacional, que no viaja “por la necesidad de recortar gastos”.

En este sentido, ha explicado que los hoteles urbanos “sufren más” que los que se sitúan en las costas. En las ciudades, dice, “han vivido del cliente nacional y de fin semana. Además ahora ha desaparecido también la PYME y el autónomo que viajaba y era cliente de hotel urbano”.

Con estas previsiones, es normal que Escudero reclame “dar la vuelta como si fuera un calcetín a nuestro modelo turístico”, que “no puede basarse en el número de turistas”. Debemos mirar, ha dicho, a la “calidad del turista” que llega a España.

AUMENTO DE LA FISCALIDAD

Como viene haciendo el sector, desde Rafael  Hoteles reclaman una baja de la fiscalidad, “porque el beneficio que tienen las ciudades es interesante: el aluvión de turistas suple la bajada de impuestos”, ha sentenciado.
Ahora bien, que ésta no es la solución definitiva a todos los males del sector. De hecho, a su juicio, debemos mirar a otros aspectos como la impositción de tasas turísticas –algo que ya se ha hecho en Cataluña. Sin embargo, considera que se emplea “para tapar agujeros en lugar de promocionar las ciudades”.