Ni Iniesta, ni Xavi. Esta vez los jugones de la Roja tuvieron que rendirse a la magia de un futbolista con el que compartirán vestuario la próxima temporada. La recién terminada Copa Confederaciones sin duda se convertía en un examen clave para Neymar y éste exhibición tras exhibición ha reivindicado que su fichaje por el Barça no es puro marketing como señalaban muchos y que tiene mucho que ofrecer dentro del terreno de juego.

Su primer gran torneo con Brasil ha sido para enmarcar. Ni adaptación al fútbol europeo, ni falta de musculatura. Neymar ha hecho lo que ha querido con sus rivales en los cinco partidos que ha disputado. Con el 10 a la espalda, dorsal que lejos de pesarle le queda como un guante, ha ido ganando todos y cada uno de los partidos de la Seleçao en este campeonato. Goles, regates, velocidad endiablada en las contras. Un cóctel explosivo que pone en jaque la supremacía en nuestra liga de las dos estrellas, Messi y Cristiano Ronaldo. ¿Podrá el brasileño ponerse a la altura de ambos? Desde luego, sí mantiene el nivel ofrecido durante estas semanas, defensas de la Liga BBVA échense a temblar.