Se abre el plazo para que aquellas empresas que tienen deudas con los Ayuntamientos puedan solicitar el pago de las cantidades adeudadas. 20 días por delante para sumarse a un plan de pago a proveedores en el que se van a movilizar cerca de 30.000 millones de euros. Sea con quita, o sin quita, eso ya va a elección de cada uno, lo importante es que poco a poco las corporaciones locales cumplan con sus deudas.

De este modo, garantizaremos la viabilidad de cientos de miles de Pequeñas y Medianas Empresas que proveen a los municipios, y que se ven inmersas en pagos que nunca llegan ahogando su tesorería. Habrá muchas que ya hayan cerrado, pero habrá otras tantas que puedan salvarse. Pero no olvidemos que una parte de ese dinero irá a parar a grandes empresas que han sido contratadas por la Administración para hacer una obra que luego se ha subarrendado. Ahí es, precisamente, donde el Gobierno debe poner ahora el acento. En que ese dinero siga fluyendo hacia abajo, y no se quede sólo en el primer escalón.

Eso por no olvidar un detalle esencial. El 30 de mayo las deudas estarán abonadas. Los Ayuntamientos estarán a cero. La pregunta que ahora se hacen todos es qué ocurrirá a partir del 1 de junio. De momento es una incógnita a la que nadie sabe responder, pero si no se toman medidas, me temo que volveremos a las andadas.