28 días y 10 pasos

Hay quien puede decir que una mala calificación de un índice, no es significativa… Pero es que si miramos a otros parecidos, nos damos cuenta de que en los últimos años todos los indicadores vienen a demostrar que tenemos problemas en el mercado de trabajo, problemas a la hora de abrir negocios y que muchas de nuestras empresas compiten injustificadamente contra empresas públicas en su mismo sector… Sin duda, un mal síntoma en un país en el que más del 90% del tejido empresarial son PYMES, y en el que los emprendedores deben ser pieza esencial para salir de la crisis.
El diagnóstico está hecho, pero es hora de empezar a poner el tratamiento a un paciente que –si muere- impedirá la recuperación económica. Se necesitan medidas urgentes que flexibilicen la creación de empresas, reducir las cargas impositivas y el peso del sector público en la economía productiva del país, el descuento de los IVAS no cobrados por facturas impagadas… Todo ello por no hablar de la modernización de las estructuras empresariales y sindicales, así como de favorecer las exportaciones mediante ayudas, especialmente a la PYME, y no sólo económicas.

En definitiva, se echa en falta una verdadera estrategia de apoyo a la empresa que permita el desarrollo de un tejido productivo que debemos redefinir. Venimos de un modelo basado en el ladrillo y la construcción, y debemos dirigirnos hacia otro radicalmente distinto.. ¿A cual? Lo ideal sería el tecnológico y la I+D+i, pero parece complicado… Así que busquemos el que mejor se adapte a nuestro país…