Amy ‘Robespierre’ Martin

Y sí. Valió la pena. Me di de bruces con un artículo de Lorenzo Silva, que la clava el muy canalla. “O primo o golfo”, se llama su columna por el caso Amy Martin, y lanza dardos envenenados como el que sigue: “La dicotomía [de Carlos Mulas] se ha convertido casi en metáfora que resume el país: o golfo que se aprovecha, o primo al que se la clavan; en la comedia española no se reparten papeles intermedios”.

Aparte de estar de acuerdo en lo más doliente de esas palabras, y que no es otra cosa que al sainete español le quedan siglos de morder el polvo, quien esto firma propone lo siguiente: dado que ahora la Justicia, al fin, antepone la chequera a las leyes, quizá alguien decida tomarse la justicia por su mano. Que es casi lo mismo que comprarla. Quizá un par de cabezas caigan a un cesto. Frescas. Recientes. Por ver si escarmientan las Amys, los primos y los golfos.