Ahora, una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, que dicen los filósofos de la calle. Que te quiten lo que te han dicho que va a ser tuyo escuece a cualquiera. A fin de cuentas, tú ya te habías hecho componendas de que te iba a llover el maná y ahora tienes que recalcular todo porque te cuelan un pequeño gol por donde no lo tenías previsto. Bueno. Vale. De acuerdo. Pero que no me vendan la moto del déficit, que cualquier persona medio enterada de cómo funciona esta oligarquía eléctrica, sabe que en el fondo es una patraña consensuada.

En lo que sí tienen razón las eléctricas es en estimar que algo así como la mitad de lo que pagamos los españolitos de a pie por sus servicios se debe a errores políticos pasados y futuros. Vale. Lo compro. Pero señores míos, eso también es culpa de haberse amancebado con el poder en innumerables ocasiones, ya que es demasiado goloso como para decir que no. Esas promesas a cambio de esos puestos de consejero. Esos pecadillos, ya saben. Así que sí, el sableo del consumo tiene que ver con los que ahora les cortan las alas. Apúntenlo para la próxima.