Arden las calles de Atenas mientras los políticos muestran su división ante la llegada de 130.000 millones de euros –y una quita de la deuda actual de 100.000 millones- que evitan la quiebra del país. El visto bueno en el Parlamento a las medidas supone el espaldarazo que esperaban desde la Unión Europea.
Sin embargo, hasta el miércoles no sabremos si es suficiente o no para los 17 del Euro que, con Alemania a la cabeza, empiezan a cansarse de Helena y de sus constantes mentiras.
Será -por tanto- el próximo 15 de febrero cuando tengamos el desenlace final de este nuevo capítulo del drama Griego que vivimos desde hace dos años. Pero lamentablemente podemos apostar a que volveremos a tener nuevas noticias –y no precisamente buenas-.
La distancia entre Europa y los ciudadanos de Grecia, y de éstos con sus políticos es cada vez mayor. Y esta noche, puede haber marcado un antes y un después para un país que marcha a la deriva.