Aumenta la presión hacia España

Lo que ayer se presuponía un paseo de rosas para España, que le serviría para presionar a Alemania y cambiar las condiciones del rescate, ha terminado convirtiéndose en un montón de presiones hacia España para que pida de forma inminente ayuda a Europa. Merkel, Obama, Hollande, han sido algunos de los líderes mundiales que se han plantado en Los Callos, y le han dicho a Rajoy que ya es hora de cerrar un foco de inestabilidad en Europa, por lo que piden conocer de una vez por todas el agujero de los bancos.

Por mucho que Rajoy niegue presiones, lo que parece claro es que esta semana España pedirá formalmente el rescate. Hasta 100.000 millones de euros, que deberían dar tranquilidad de nuevo a los mercados, y relajar de una vez por todas la prima de riesgo. Ayer, sin embargo, vimos una cierta relajación del bono a 10 años, aunque sigue por encima del 7%, y la prima de riesgo cerraba en los 551 puntos básicos, 23 menos que el día anterior. ¿Los motivos? La caída del índice de confianza inversora en Alemania, que vuelve a niveles de 1998, y la rumorología de que el BCE podría haber vuelto a la compra de bonos, fueron los principales artífices de esa relajación.

La intervención del regulador, de confirmarse, podría ser consecuencia del compromiso adquirido en la reunión del G-20 por los países de la Unión Europea. En donde se han comprometido a romper de forma contundente el círculo vicioso entre deuda soberana y banca, así como a tomar las medidas necesarias para salvaguardar y garantizar la estabilidad de la moneda única. Algo que ahora debe concretarse con medidas, que esperemos, se adopten en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la  próxima semana.