Mal deben estar las cosas en el sector financiero, para que un liberal confeso como Luis de Guindos se esté planteando la creación de una banca pública. Globo sonda del Ministerio de Economía que pretende unificar en una sola entidad a Bankia, Novagalicia y CatalunyaCaixa, y venderla cuando vengan las vacas gordas, como ya se hiciera con Argentaria en su momento. ¿Y porqué no subastarlas ahora? Pues porque supondrían una pesada carga para sus adjudicatarios y, al mismo tiempo, se corre el riesgo de malvenderlas.

De momento Bankia va a reclamar hoy al Gobierno cerca de 15.000 millones de euros para su saneamiento. Así que vista la factura uno empieza a pensar que no es mala idea eso de tener un banco gestionado por el Estado, siempre y cuando sirva para algo que ya hemos dicho muchas veces aquí: que dure estrictamente el plazo necesario para sanearlas y después se vendan. Pero sobre todo, que contribuyan a hacer algo que el resto de las entidades financieras no están haciendo: conceder créditos a empresas y familias. En ese caso sí puede tener sentido una banca pública que, además, debe acometer un cambio de gestión y dejar atrás los políticos para pasar a tener como gestores a personas con experiencia en el sistema financiero.