El banco malo y el PP

176.000 millones. Es la cifra que calcula el Banco de España que tienen los bancos en activos tóxicos inmobiliarios. Será el próximo Gobierno quien tenga que ocuparse de estudiar cómo sanear esas cuentas para salvar al sector y, de paso, intentar que el crédito fluya hacia empresas y familias. Desde el Partido Popular, Cristóbal Montoro ha insistido una vez más en la creación de un banco malo que sea capaz de aglutinar todos esos activos.

Como idea puede parecer razonable, pero nadie garantiza que ese traspaso vaya a servir para regenerar los activos y minimizar las pérdidas en la medida de lo posible. Es decir, que al final quienes pagarían los platos rotos de la banca serían -una vez más- los ciudadanos. Nadie más en el PP recoge el guante lanzado por las entidades financieras, pero estaría bien que su líder fuera capaz de aclarar un aspecto importante como éste. Así como si su intención es subir el IVA en dos puntos nada más aterrizar en el Gobierno a partir del 20N si gana. Dos aspectos diferentes que Rajoy ha negado sistemáticamente, pero en los que debería aclarar su postura para acallar los rumores cada vez más insistentes.