Camino del bono basura y el rescate

La nueva agencia presupuestaria lo que va a tener es una ingente labor por delante. En especial con la Adminsitración Central que sigue empeñada en sacar los pies del tiesto y no ajustarse el cinturón. El déficit del Estado alcanza ya el 4,77% dos décimas más de lo comprometido para este año con Bruselas. Y no sólo eso, es que no tiene visos de recuperación, pese a que el Ejecutivo sostenga que en la segunda mitad del año se va a producir un aumento de la recaudación gracias a la subida del IVA. Algo que, como hemos dicho muchas veces, algunos dudamos seriamente…

Bienvenida sea esta oficina si realmente sirve de algo, pero no parece que esa vaya a ser la solución. Ya se ha recortado a granel, pero ahora es el momento de la cirugía de precisión, y de recortar realmente la grasa que tienen nuestros gastos. Pero sobre todo, de empezar a dar algo de confianza a los mercados en un momento en el que necesitamos dinero como el comer y cada vez cuesta más que nos lo den.

Miren si no el resultado de la subasta de ayer. Se recaudaron unos 3.800 millones –por debajo del máximo- gracias a tipos más elevados. Pero lo realmente preocupante es que, para letras a 3 y 6 meses, la demanda cayó. Un claro síntoma de que los inversores internacionales siguen mirando con recelo a nuestra economía. No ayuda el no saber contener el gasto, no ayuda la deriva nacionalista, no ayuda ver algaradas callejeras en señal de protesta y fractura social. Así no recuperamos la confianza y sólo vamos camino de dos cosas: del bono basura  -algo que el ex director de Moody’s da por descontado- y del rescate total.